La Novia Cadáver

Ayer fui a ver la Novia Cadáver, película a la que le tenía muchas ganas por las imágenes y trailers que había visto.

Se trata de una película burtoniana de principio a fin, sobre todo en lo que a estética y tema se refiere, aunque la sombra de Pesadilla Antes de Navidad es alrgada, y en mi opinión la Novia Cadáver se resiente de ello.

El guión me encantó, pero no está demasiado tratado en profunidad, sobre todo en algunos personajes como Víctor, que realmente no sabes cuáles son sus motivaciones. Llegas a pensar que le da igual una cosa que otra. Es una película corta, que se te pasa en un suspiro, y casi parece que hayas visto un corto en lugar de un largometraje. La inclusión de números musicales sigue la estela de Pesadilla Antes de Navidad, aunque no son tan logrados ni las canciones tan buenas. La canción de los esqueletos se parece mucho a la canción de Oogie Boogie. Hay planos y momentos geniales, como el travelling de los créditos, la aparición de la novia en el bosque y el momento que más me gustó: Víctor y la novia cadáver tocando el piano juntos.

Los mayores logros y donde reside el encanto de esta película es en el diseño de producción, que vuelve a llegar a niveles de escándalo. Los diseños de personajes, TODOS, repito, TODOS son maravillosos, desde la novia cadáver (el personaje más logrado, por cierto), hasta los invitados a la boda, pasando por el mayordomo, los padres de los protagonistas, el cura (que gran diseño!!). Aunque mi favorito fue Elder Gutknecht, el esqueleto anciano. El diseño de Víctor es un calco de Johnny Depp, sobre todo en la mirada y en las comisuras de los labios, un detalle que aporta mucho. Hay que decir que la labor de Carlos Grangel como diseñador de personajes se reconoce en los créditos principales.

El tratamiento del color es prácticamente blanco y negro en el mundo de los vivos, mientras que para la cantina del mundo de los muertos aparece una gran variedad cromática, con luces de neón incluso. Es un curioso contraste, ya que la historia refleja una sociedad fría y gris como la victoriana.

Mención aparte la banda sonora de Danny Elfman, que aunque las canciones no llegaron a emocionarme, el score es precioso, sobre todo el tema de la novia.

No falta en esta peli el inevitable homenaje a Harruhausen, esta vez como marca del piano que toca Víctor en casa de los Everglot. Y hay detalles muy graciosos, como la parodia de Lo que el Viento se Llevó.

En resumen, una película visualmente impecable, con una historia macabra pero bonita, con la muerte como tema principal pero de la que esperaba algo más.